El EUR/USD comenzó al semana moviéndose levemente a la baja, perdiendo momento que había ganado el pasado viernes, pero que no sirvió para lograr consolidarse claramente por sobre 1,3900.
La tendencia de corto y mediano plazo se mantiene alcista, aunque la perspectiva para las próximas horas puede ser de una calma con cierto sesgo bajista. La calma va en línea con lo que suele ocurrir los días lunes en donde los recorridos en el mercado de divisas suelen permanecer en rangos. En lo que respecta al sesgo bajista, este quedaría confirmado con un cierre en cuatro horas por debajo de 1,3900; lo que debilitaría al cruce en línea con lo que están marcando los indicadores técnicos.
Por debajo de 1,3900, el próximos soporte se ubica en 1,3875 y luego seguirá 1,3820.
En caso de lograr cerrar por encima de 1,3900 entonces el cruce podría impulsarse al alza, a probar la resistencia intradiaria ubicada en 1,3915, luego seguirá 1,3935/40, seguido por 1,3960.
La inflación sigue bajando en la Eurozona
El índice de precios al consumidor de la Eurozona, que se conoció hace poco menos de una hora, subió en febrero 0,3% (por debajo del 0,4% esperado), haciendo que la tasa anual pase del 0,8% al 0,7%.
Esto implica que continúa el sesgo bajista con la tasa anual alejándose del objetivo del 2%. Por ahora esto no implica una acción inminente por parte del Banco Central Europeo, ya que se mostró firme a principios de marzo con sus palabras. Los datos siguen poniendo de manifiesto, que la tendencia es a la baja y que la inflación está bajo control, en caso de desear implementar políticas expansivas. Por ahora, el disparador de más acción será una fuerte caída en la actividad económica o que la situación en los mercados financieros se revierta.