En Australia, tal como había pasado días atrás con Nueva Zelanda, se conocieron datos de inflación, que mostraron a las precios minoristas creciendo levemente por encima de lo que esperaban analistas y experimentando una aceleración. Esto impulsó a las monedas de ambos países en el mercado.
En el caso de AUD/USD ayudó a que se aleje de mínimos en años y a que vuelva por sobre 0,8850. Actualmente está intentando regresar por una línea alcista de corto plazo que fue quebrada la pasada semana, con el desplome que generó el reporte de empleo de Australia y donde además se encuentran los mínimos de meses anteriores.
La tendencia de largo plazo se mantiene bajista. Recién una suba por sobre 0,9340 podría poner en riesgo esta perspectiva.
Retomando el aspecto fundamental, los datos recientemente conocidos de inflación, reducen las expectativas de cualquier medida de estímulo monetario desde Australia, pero están lejos de apuntar hacia la necesidad de ajustes. Esta perspectiva, que ayuda naturalmente al aussie (AUD) chocará prontamente (en realidad sería más correcto decir que seguirá chocando) con las expectativas de un nuevo recorte en el programa de compra de la Reserva Federal. El próximo miércoles se resolverá si la FED anuncia o no un nuevo recorte; cualquiera sea la decisión, tendrá un alto impacto en el forex.