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  • Amplía el programa de compras de activos en 60.000 millones de libras__banco-de-inglaterra
  • Rebaja su previsión de crecimiento económico para 2017, del 2,3% al 0,8%

Todo según lo previsto. El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE) ha decidido recortar en 25 puntos básicos el tipo de interés de referencia, que se sitúa así en un mínimo histórico del 0,25%, según ha anunciado la institución (vea aquí el comunicado .pdf).

En cuanto al programa de compra de activos, el organismo lo ha ampliado en 60.000 millones de libras (71.500 millones de euros), por lo que alcanza así un volumen de 435.000 millones de libras (518.389 millones de euros). Además ha puesto en marcha un plan dotado con 10.000 millones de libras para comprar bonos corporativos de alto grado de inversión en los próximos 18 meses.

El aumento del programa de estímulo ha sido de los pocos puntos que ha dividido a los funcionarios del BoE. Así como han estado de acuerdo para reducir los tipos de interés, Kristin Forbes, Ian McCafferty y Martin Weale han mostrado su disconformidad a adquirir más deuda pública. A su juicio, la compra de más bonos soberanos podría llevar a la inflación por encima del objetivo del banco. Forbes ha sido el único que también se opuso a la compra de bonos corporativos.

Primer paso desde marzo de 2009

En definitiva, el BoE ha puesto fin a un periodo de estabilidad de más de siete años de los tipos de interés, que habían permanecido en el 0,50% desde el 5 de marzo de 2009, fecha en la que la institución también estableció un programa de compra de activos mediante la emisión de reservas, que fue ampliado sucesivamente hasta alcanzar un volumen de 375.000 millones de libras (440.150 millones de euros) en julio de 2012, cifra que se había mantenido sin cambios hasta este jueves.

El BoE explicó en un comunicado que el recorte del tipo de interés de referencia reducirá los costes de los préstamos para hogares y empresas, aunque advirtió de que, a medida que la tasa se aproxima a cero es más difícil para algunos bancos y entidades financieras reducir más los tipos de los depósitos, lo que podría limitar su capacidad de recortar los tipos aplicados a los créditos.

Por otro lado, la institución señala que la expansión de su plan de compra de bonos soberanos servirá de estímulo monetario al rebajar la rentabilidad de los valores que se utilizan para determinar el coste del crédito para hogares y empresas y probablemente contribuya a un reequilibrio de carteras hacia activos de mayor riesgo por parte de los actuales poseedores de deuda pública, mejorando así el suministro de crédito a la economía.

Asimismo, la entidad destacó que las compras de deuda corporativa proporcionarán también algún estímulo además del aportado por la adquisición de bonos soberanos, ya que a estos instrumentos de deuda se les exigen rentabilidades más altas que a la deuda pública y los inversores que vendan estos bonos corporativos al BoE probablemente vuelvan a invertir los fondos recibidos en más activos de empresas.

«Además, al incrementar la demanda en los mercados secundarios, las compras del BoE podrían reducir la prima de liquidez y estimular la emisión en libras de bonos corporativos», añadió la entidad.

Tras la reunión de julio…

Asín las cosas, la decisión de recortar tipos estaba descontada por los analistas, después de que tras el triunfo del Brexit en el referéndum del pasado 23 de junio, el instituto emisor británico dejase clara su disposición a desplegar las medidas necesarias para mitigar el impacto negativo en los mercados y la economía del resultado de la consulta.

Sin embargo, el BoE decidió no tomar medidas en su reunión del pasado mes de julio, la primera tras conocerse el resultado del referéndum, al considerar que no contaba con información suficiente para actuar, pero subrayando entonces su intención de adoptar las medidas necesarias en su reunión de agosto.

En este sentido, desde entonces se ha conocido que la tasa de inflación interanual del Reino Unido se situó en junio en el 0,5%, dos décimas por encima del 0,3% de mayo y su nivel más alto desde el pasado mes de marzo, mientras el crecimiento del PIB en el segundo trimestre se aceleró al 0,6%, frente al 0,4% del primer trimestre.

A su vez, la tasa de paro del país correspondiente al periodo comprendido entre los meses de marzo y mayo se situó en el 4,9%, la más baja desde septiembre de 2005, mientras que el empleo alcanzaba el 74,4%, su nivel más alto desde que comenzaron los registros en 1971. No obstante, la fuerte caída de los datos del mes de julio del índice PMI, considerado un indicador adelantado de la actividad, sugiere una contracción del PIB del Reino Unido del 0,4% en el tercer trimestre.

En el caso del sector servicios, el índice PMI bajó en julio a 47,4 puntos desde los 52,3 del mes de junio, lo que implica la primera contracción del dato desde diciembre de 2012 y su peor lectura desde marzo de 2009.

Por su parte, la actividad del sector manufacturero del Reino Unido sufrió en julio una profunda caída que situó el índice PMI en 48,2 puntos desde los 52,4 de junio, el nivel más bajo desde febrero de 2013.

Rebaja de previsiones para el año que viene

¿Qué espera el BoE de la economía británica? En ese sentido, la institución rebajó sus expectativas de crecimiento económico para 2017, del 2,3% que predijo en mayo hasta un 0,8%. Se trata de la mayor revisión a la baja desde que empezaron las predicciones en 1992.

La previsión para 2016 se mantiene invariable en el 2%, debido al buen rendimiento de la economía británica en la primera mitad de este año, y se rebaja la perspectiva de crecimiento en 2018 del 2,3 al 1,8%.

La entidad también espera que el desempleo aumentará el año próximo hasta el 5,4% y hasta un 5,6% en 2018.

Fuente: eleconomista.es