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El Ejecutivo de Tsipras aceptó finalmente el pasado 2 de mayo un amplio paquete de hasta 140 reformas que permitió el desbloqueo de las negociaciones

 

 

Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) se reúnen este lunes con el objetivo principal de lograr un acuerdo que cierre de forma definitiva la segunda revisión del recate de Grecia, un paso que abriría la puerta a nuevos desembolsos que permitirían a Atenas cumplir con los próximos vencimientos de deuda.

Las negociaciones entre el Gobierno de Alexis Tsipras y los acreedores -Comisión Europea, Banco Central Europeo (BCE), Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y Fondo Monetario Internacional (FMI)- se han prolongado durante meses y un alto funcionario del Eurogrupo cifraba esta semana en un 50% las posibilidades de éxito.

El resultado positivo de la reunión del lunes depende de dos factores. En primer lugar, los ministros de Finanzas de la zona euro deben valorar si las reformas aprobado por Atenas este jueves están en línea con el acuerdo preliminar cerrado a principios de mayo. En segundo lugar, Atenas y sus acreedores deben alcanzar un acuerdo sobre la sostenibilidad de la deuda pública helena que convenza al FMI para participar de forma completa en el programa.

El Ejecutivo de Tsipras aceptó finalmente el pasado 2 de mayo un amplio paquete de hasta 140 reformas que permitió el desbloqueo de las negociaciones. Los recortes más importantes son una reducción de las pensiones a partir de 2019 y una bajada del umbral libre del impuesto de la renta a partir de 2020 y equivalen a un 2% del PIB griego.

El acuerdo de principios de mayo también permite a Atenas legislar otras medidas que podrán ser implementadas si el país cumple con los objetivos fiscales, como reducciones en el impuesto de la renta de sociedades y de vivienda y un aumento del gasto en prestaciones sociales, en especial para población infantil.

La gran mayoría de las medidas pactadas fueron aprobadas por el parlamento heleno hace unos días

La gran mayoría de las medidas pactadas fueron aprobadas por el parlamento heleno este jueves, entre fuertes protestas y un día después de la primera huelga general del año. La tarea de los ministros de Finanzas en el Eurogrupo del lunes es verificar si estas medidas cumplen con lo acordado a principios de mes.

Si el dictamen sobre los ajustes es positivo, el siguiente objetivo sería pactar un punto de vista común entre las instituciones europeas y el FMI sobre las medidas que se podrán aplicar al término del programa para aliviar la deuda pública griega. La institución dirigida por Christine Lagarde desea una mayor concreción en las medidas diseñadas el año pasado porque sigue pensando que el alto nivel de deuda pública de Grecia es insostenible.

Según ha publicado el diario heleno ‘Kathimerini’, el FMI y los países de la zona euro han acercado sus posturas sobre la materia en las últimas semanas y manejan la posibilidad de extender el periodo de vencimientos de deuda hasta 20 años, una medida que contaría con la aprobación de Berlín. No obstante, el acuerdo no incluiría una congelación de los tipos de interés, siempre según el periódico griego.

La necesidad de cerrar la segunda revisión del rescate es cada vez más apremiante dados los últimos datos macroeconómicos conocidos. Aunque Atenas ha registrado un superávit fiscal en 2016 muy superior al esperado, la Comisión Europea rebajó su previsión de crecimiento de la economía griega este año hasta el 2,1%, precisamente por los retrasos en las negociaciones. Además, el PIB griego se redujo un 1,2% en el último trimestre de 2016 y un 0,1% en el primer trimestre de este año, según Eurostat.

 

 

Fuente: bolsamania.com