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El gobernador el Banco de Inglaterra, el canadiense Mark Carney, anunció hoy que dejará su cargo en junio de 2019, doce meses después del periodo de cinco años al que se comprometió al asumir la dirección de la entidad emisora. May apoya a Carney para el Banco de Inglaterra mientras la libra es la peor divisa del mundo.

Carney afirmó que ha decidido extender su periodo al frente del banco para contribuir a dotar de estabilidad a la economía británica durante las negociaciones sobre la salida del país de la Unión Europea (UE).

La primera ministra, Theresa May, espera iniciar el proceso de dos años para romper los lazos con Bruselas antes del fin del primer trimestre de 2017, por lo que la separación definitiva del bloque comunitario se produciría a principios de 2019.

A pesar de que el periodo oficial en el cargo de Carney concluye en 2018, la mayoría de gobernadores del Banco de Inglaterra han alargado ese plazo tres años más, por lo que se esperaba que el banquero canadiense pudiera mantenerse en el puesto hasta 2021.

Las especulaciones sobre su posible salida precoz afectaron hoy a la Bolsa de Londres, que cayó un 0,60%, y la cotización de la libra esterlina, que cerró con un ligero ascenso después de haber caído durante la primera mitad de la jornada respecto al euro y al dólar.

«Al ampliar mi permanencia más allá del periodo que se espera que dure el proceso del artículo 50 (del Tratado de Lisboa) espero contribuir a asegurar una transición ordenada hacia una nueva relación del Reino Unido con Europa», dijo Carney en una carta al ministro de Economía, Philip Hammond.

El canadiense agradeció el apoyo de la primera ministra, Theresa May, que expresó hoy mediante un portavoz su interés «absoluto» en que continuara al frente del banco central.

«Espero continuar promoviendo lo mejor para los británicos durante estos tiempos cruciales para el país», afirmó Carney.

Hammond celebró la decisión del gobernador, cuya continuidad dotará al banco de su dirección durante un «periodo crítico para la economía británica».

Carney se reunió esta mañana cerca de dos horas con May, lo que avivó las especulaciones sobre su posible marcha en 2018.

Ante la presión para aclarar su futuro, adelantó un anuncio que se esperaba para los próximos días.

«Subrayé claramente mi intención de servir durante cinco años. Así lo testifiqué ante el Parlamento. Esa intención se basaba en consideraciones personales y familiares», argumentó Carney.

«Además, pensaba que el periodo de cinco años sería un marco de tiempo razonable para remodelar el banco y reflejar sus nuevas y amplias tareas», agregó.

«Desde entonces, mis circunstancias personales no han cambiado, pero otras circunstancias, claramente, sí lo han hecho, en particular la decisión del Reino Unido de dejar la Unión Europea», afirmó.

Un mes después del referéndum de junio en el que se impuso el «brexit», Carney anunció un paquete de medidas radicales para combatir la incertidumbre generada por ese inesperado resultado.

El Banco de Inglaterra recortó entonces los tipos hasta el mínimo histórico del 0,25% y dedicó 170.000 millones de libras (190.000 millones de euros) a estímulos económicos.

Fuente: eleconomista.es