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La caída del precio de las materias primas está amenazando a los fondos que invierten en deuda corporativa de alto riesgo. La gestora de Third Avenue Management anunció el pasado 9 de diciembre que no permitirá la retirada de dinero en su fondo que invierte en bonos basura, ya que planea liquidar el fondo. Stone Lion Capital publicó pocos días después que también congelaba la retirada de dinero del fondo con estas características que gestiona, debido a la oleada de órdenes de reembolso que estaba recibiendo. Por último, este martes fue Lucidus Capital Partners quien comunicó que va a cerrar su fondo, ante al caída de los volúmenes en el mercado de bonos basura. Los desplomes que está sufriendo el sector de recursos básicos y que la acumulación de pérdidas provoque el incumplimiento de los pagos de su deuda amenazan a muchas empresas de esta industria.

 

Entre las grandes firmas cotizadas del sector, son muchas las que presentan una situación financiera más que complicada, especialmente aquellas que se dedican al negocio del petróleo, el recurso básico más castigado del parqué entre los más negociados -el Brent pierde casi un 38 % en el año y el West Texas casi un 33%. Los dos barriles están ahora en el entorno de los 36 dólares, algo que puede haber pillado desprevenidas a grandes firmas, que esperaban que el crudo estuviese más alto en este momento del año. No hay que olvidar que el consenso de mercado recogido por Bloomberg considera que el precio justo para el petróleo se sitúa en el entorno de los 50 dólares para el final de este ejercicio, casi un 40% por encima de los precios en los que se encuentra en este momento.

Miguel Ángel Bernal, profesor del departamento de investigación del IEB, explica que «existe riesgo en las pequeñas explotaciones de materias primas; especialmente, las pequeñas empresas petroleras, además de las compañías mineras. No hay que olvidar que las caídas del crudo están siendo más rápidas que la de las materias primas en general. Por el momento, lo que hay es una fuerte salida de inversión, pero todavía no ha llegado un incremento en las tasas de morosidad».

Y es que, una posibilidad que cobra fuerza es que, tras eliminar el reparto de dividendos, las compañías del sector de recursos básicos se vean obligadas a suspender el pago de cupones de los bonos o recapitalizarse, y en el caso extremo lleguen a la suspensión de pagos o la quiebra.

Según los datos que maneja FactSet, el consenso de expertos espera que, entre las firmas cotizadas con más de 1.000 millones de dólares de capitalización, serán 37 empresas petroleras las que cierren el año con pérdidas, que alcanzarán los 29.700 millones de dólares. En el mismo sentido, las 7 acereras que no lograrán obtener beneficios este año perderán más de 11.400 millones de dólares. También serán 7 las compañías mineras que perderán en dinero; el agujero será de más de 1.400 millones en este caso.

El problema más evidente está en las ratios deuda/ebitda que presentan algunas de estas firmas. Entre las firmas para las que se esperan pérdidas este año, se encuentran algunas con un endeudamiento disparado, que difícilmente podrán pagar. Es el caso de empresas como la canadiense MEG Energy, productora de petróleo a partir de arenas bituminosas, que, en comparación con la media del sector, de 2,55 veces, cerrará el año con una ratio de más de 17 veces. Tras ella, la británica Cairn Energy mantendrá una ratio de más de 11,5 veces, un endeudamiento similar al de la italiana Saipem, dedicada a proyectos de ingenería para las plataformas petrolíferas de alta mar.

En el caso de las empresas acereras, la estadounidense Allegheny Technologies es la que presenta una situación más preocupante, con una ratio deuda / ebitda superior a las 10 veces, muy por encima de las 2,39 veces que se espera para la media del sector este año.

 

Fuente: eleconimista.es