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La economía de China, la segunda mayor del mundo, creció un 6,7% en el segundo trimestre del año en comparación con el mismo periodo de 2015, sin cambios respecto al primero, informó hoy la Oficina Nacional de Estadísticas. Esta tasa se sitúa levemente por encima de lo esperado por el mercado, que era un 6,6% y en línea con el objetivo del gobierno de crecer al menos un 6,5% en el conjunto del año.

El dato estuvo sostenido por una producción industrial que creció un 6,2% en junio, tres décimas por encima de lo esperado; y por unas ventas minoristas que avanzaron un 10,6% en el mismo, siete décimas más de lo previsto por los analistas consultados por la agencia Bloomberg.

A pesar de la sorpresa positiva, ese 6,7% de incremento del PIB supone la tasa de crecimiento más baja del gigante asiático en un trimestre desde 2009 y sitúa su expansión económica a lo largo de la primera mitad del año en un 6,7% interanual.

Por sectores, el que más creció fue el de los servicios, con un 7,5% interanual entre enero y junio, por delante de la industria, que se expandió un 6,1% respecto al mismo periodo del año pasado, y del sector primario, con un aumento del 3,1%.

El PIB de China ascendió a 34,06 billones de yuanes (5,1 billones de dólares, 4,6 billones de euros) a 30 de junio, según los datos publicados por la agencia estadística del país. Además, el PIB chino creció un 1,8% en el segundo trimestre con respecto al primero.

A ello se suma una inflación acumulada de un 2,1% interanual a lo largo de los primeros seis meses del año y un comercio exterior que moderó en el segundo trimestre la caída del primero para llegar al ecuador del ejercicio con un retroceso del 3,3% respecto a la primera mitad de 2015.

Shen subrayó que la economía china da señales de «estabilidad» y afirmó que termina la primera mitad del año con «un fundamento sólido» para alcanzar el objetivo de crecimiento anual, fijado para este año en un margen de entre el 6,5 y el 7%.

 

Fuente: eleconomista.es