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(…)  no están afectando a la rentabilidad de la banca»

 

El presidente del BCE, Mario Draghi, sorprende rompiendo el tabú de los efectos contraproducentes de los tipos de interés negativos en la banca al afirmar que «hay pocas evidencias de que esté minando la rentabilidad» de las entidades financieras. Al contrario, destaca que gracias al relajamiento de la política monetaria que ha provocado esta situación, «ha permitido aumentar los préstamos de mayor calidad y reducir los riesgos crediticios».

Draghi ha vuelto a alzar la voz para defender la política monetaria que ha aplicado el BCE desde 2014. Las críticas han azotado al banquero italiano por llevar al sector financiero a una situación nunca vista, la de mantener la actividad en un entorno de tipos negativos, que ha provocado un hundimiento en la rentabilidad del negocio principal bancario, al reducirse el margen entre el capital prestado y el pasivo captado.

El presidente de la institución ha defendido que hay «pocas evidencias» que reflejen que las tasas de interés negativa esté minando la rentabilidad de la banca, en una conferencia en la sede del BCE. Ha admitido que esta circunstancia ha generado «mucha preocupación» y, que de ser así «plantearía un riesgo para la estabilidad financiera».

Draghi ha argumentado que los ingresos netos por intereses «se han mantenido estable en los dos últimos años» y que otras partidas de ingresos han permitido «aumentar el rendimiento de capital y converger hacía el costo de capital». El banquero señala que los bancos supervisados por el BCE han aumentado la rentabilidad del 4,4% a cierre de 2015 al 7,1% a comienzos de este año.

Además, subraya que los préstamos dudosos has descendido desde el 7,5% al 5,5%.  Estos datos que ha expuesto Draghi lo ha sacado de un estudio publicado por el BCE el mes pasado titulado Monetary policy and bank profiability in a low interest rate environment, en el que se destaca que la exposición prolongada a los bajos tipos de interés puede ejercer presión a la baja sobre la rentabilidad de los bancos pero este efecto adverso puede ser contrarrestado en parte por el impacto positivo que tienen los bajos tipos sobre la actividad económica real, por lo que el efecto podría ser neutro sobre la rentabilidad bancaria.

Impacto neutral

Ha insistido que los tipos negativos están teniendo «un impacto neutral» gracias a que las provisiones por pérdidas en el crédito compensan este efecto. Y esto se debe en gran medida a la política de supervisión que ha aplicado el BCE.

Ha admitido que «para algunos bancos, sin embargo, estos efectos negativos pueden ser mayores que para otros». Pero Draghi ha destacado que las exposiciones al riesgo de crédito han disminuido a medida que la política monetaria se ha relajado junto a la disminución de las tasas de morosidad.

¿Riesgo de burbuja?

La crítica más habitual que se le está haciendo al BCE por los tipos de interés bajos es que es el caldo de cultivo para fomentar una burbuja crediticia. «Los tipos negativos pueden a los bancos a hacer préstamos de alto riesgo, pero con un supervisor fuerte que garantice bancos capitalizados, la calidad del crédito es mayor», ha explicado.

Pone de ejemplo a España, los bancos con mayor solvencia están dando menor volumen de préstamo que los bancos con menor nivel capital.

Además, señala que «no vemos signos de burbuja de vivienda alimentadas por facilidad del crédito, que suelen ser la raíz de las financieras más graves». Desde 2016, los préstamos bancarios para compras de vivienda han aumentado un 2,9%, «muy por debajo de las tasas de crecimiento del 12% que hubo en el período previo a la crisis. pero reconoce que han surgido «focos locales de riesgo, pero estamos tomando medidas para contrarrestarlo».

Fuente: eleconomista.es