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El Banco Central Europeo está probando nuevas medidas para estimular a la economía y actuar ante un escenario en donde la inflación va dejando lugar a la deflación. Las cartas por ahora son un programa al estilo de la Reserva Federal o uno que involucre fondos que puedan llegar más fácilmente a los créditos, como el que aplicó el Banco de Inglaterra. ¿Hacer que el euro caiga no está en las alternativas?

Según publicaciones de medios especializados de la semana pasada y acorde a la última conferencia de prensa de Mario Draghi, en el BCE están evaluando que hacer para impulsar la economía y con ello, hace que la deflación no se convierta en un problema.

A estas alturas, un programa de compras de bonos como la Reserva Federal tendría pocas expectativas de mejorar la situación. Los mercados financieros están sin tensiones y el problemas en el mercado de créditos, posiblemente tengan más que ver con un problema de costos y de falta de demanda.

Un programa destinado a fondear a bancos para líneas de créditos en particular puede tener más sentido buscando impulsar la economía, pero la aplicabilidad de esto es difícil por lo que se pueden buscar un alternativa media, como lo que hizo el Banco de Inglaterra (con el programa Funding for Lending).

EURO BILL 334Otra alternativa no mencionada por el momento y que tiene razones para que así no sea, sería buscar un euro más bajo, que con ello incentive más las exportaciones y haga más competitiva a la región en términos de tipo de cambio. El problema aquí es que no se tata de una solución con garantía de que solucione todos los problemas. Además las exportaciones también dependen de como le vaya al resto del mundo. Pero sí podría representar algo de ayuda en este aspecto un euro más bajo, aunque traería otra serie de problemas.

Además estaría el problema en como bajar al euro. Devaluar porque sí no tiene sentido y es extremadamente riesgoso ya que puede generar tensiones en los mercados financieros que tanto costo llegar a tenerlos bajo control.

Basta con imaginar que un tenedor de un bono en euros, no querrá muchos más o pedirá una tasa de interés mayor, si es que la moneda en la cual le van a pagar sufrirá una devaluación.

El escenario que hubiera posibilitado esto es dejar de esterilizar las compras de bonos que se hicieron. Con esto, además de inyectar euros en el mercado, podría favorecer a que descienda en el mercado sin ocasionar mayores problemas supuestamente, en un ambiente con la inflación bajo control.

Conclusión: los riesgo de hacer que el valor de una moneda caída, son muchos y que se ponen más claros cuando se sale de una situación como la que vivió la región de la Eurozona. Es por eso que buscar devaluar la moneda por parte del BCE parece que seguirá fuera de las opciones posibles. Esto sirve de manifiesto para poner en claro una vez más que la denominada “guerra de las monedas” (currency wars), es una concepto fácil de decir, pero inaplicable en gran parte del mundo.