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La actividad económica de la zona euro registró en junio una fuerte recuperación, según los indicadores adelantados de PMI. Las encuestas a empresas muestran un aumento de la producción récord, aunque los nuevos pedidos siguen registrando descensos, pero mucho más moderados que en abril y mayo, y todavía no se genera empleo. Francia y España se sitúan a la cabeza de los datos iniciales. En Alemania e Italia se mantienen signos de contracción en la economía. Los expertos advierten de que aún las empresas están «lejos de volver a la normalidad».

La economía europea se ha despertado de la pesadilla que ha supuesto el coronavirus. Después de sufrir la mayor caída de la producción autoinfringida para contener la pandemia, los primeros indicadores económicos de actividad del sector privado confirman que la economía se ha estabilizado, o por lo menos está muy cerca de ello, en las principales potencias europeas. El PMI Compuesto, que mide la actividad del sector servicios y manufacturero, de la zona euro en junio se situó en 48,5 puntos, superando las lecturas iniciales, situándose cerca de los 50 puntos, la referencia de este índice que separa la contracción de la expansión de una economía.

«El índice aumentó 17 puntos en junio, un incremento solo superado en los 22 años de la historia del estudio por el aumento de 18 puntos observado en mayo. El repunte muestra un cambio notablemente rápido en la difícil situación de la economía de la zona euro debido a la pandemia por la COVID-19, tras haber caído a un mínimo sin precedentes en abril a causa del cierre de negocios generalizado para combatir el brote de virus», comenta Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, consultora que elabora los PMI.

Todas las potencias han dejado atrás los niveles de abril y mayo cuando la expansión del virus obligó a los Gobiernos a cerrar sus economías para contener la enfermedad. La recuperación se está produciendo a distinta velocidad. Francia es el primer país en registrar expansión gracias al impulso de su sector manufacturero y de servicios ambos superan los 50 puntos. El PMI Compuesto galo se situó a 51,7 puntos, a pocas décimas de lo registrado en marzo.

Mientras España se acercó a la estabilización cerca de los 50 puntos. Su PMI Compuesto ascendió a 49,7 puntos frente a los 29,2 registrado en el mes anterior. Esta mejora se produce gracias al impulso del sector servicios. El índice sectorial creció hasta los 50,2 puntos desde los 27,9 puntos de mayo. «Dicho retorno al crecimiento estuvo apoyado por un aumento de tamaño similar en los volúmenes de nuevos pedidos, a medida que la actividad económica en general comenzó a reanudarse en concordancia con una flexibilización de las medidas de confinamiento», subrayan los expertos.

Fuente: eleconomista.es