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Los PMI apuntan a una recuperación en forma de K por sectores y países.

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Los primeros indicadores adelantados de la zona euro en septiembre apuntan a que la economía se ha librado por los pelos de caer de nuevo en contracción. El PMI Compuesto, que mide la actividad del sector privado en servicios e industria, baja 1,8 puntos hasta los 50,1 puntos. Por debajo de 50 indica que la actividad se contrae. Los datos confirman que la recuperación se estanca y se produce a dos velocidades. Por un lado, el sector servicios se hunde, mientras la industria alcanza máximos de dos año. Por otro lado, la recuperación no se está produciendo de manera heterogénea por países. La economía francesa vuelve a caer en contracción frente a la alemana que continúa expandiéndose.

La recuperación con forma de K. Los datos adelantados de PMI de septiembre confirman lo que algunos economistas advertían desde hace meses: unos sectores se recuperarán con velocidad, mientras otros seguirán cayendo. Las cifras publicadas también favorecen la interpretación de que algunos países dejarán atrás la crisis, mientras otros se quedarán enfangados en ella.

Aunque por países solo se han publicado las referencias de Alemania, Francia y Reino Unido, va quedando claro que volverá a sucederse en la zona euro entre el norte y el sur. El PMI Compuesto de Alemania, la primera economía del euro, registra tres meses continuos expansión, con el sector manufacturero tirando del carro. Se sitúa en máximos de dos años al situarse en 56,6 puntos. Mientras el PMI Compuesto de la economía francesa, con un menor peso de la industria, registra un descenso de 3,1 puntos hasta los 48,5 puntos, una cifra que indica a una contracción de la economía, principalmente motivado por la caída del sector servicios que se hunde hasta los 47,5 puntos. El sector manufacturero se mantiene en expansión, con un repunte de la actividad respecto al mes de agosto.

Los PMI se han convertido en un indicador fiable como dato adelantado de PIB. Y suele anticipar la tendencia de una economía. La consultora IHS Markit lo elabora a través de encuestas cerradas a un panel de empresa, con preguntas sobre nivel de producción, número de pedidas, contrataciones y costes de proveedores.

El PMI Compuesto de la zona euro cayó en septiembre ocho décimas hasta los 50,1 puntos. El índice de servicios retrocedió 2,9 puntos hasta los 47,6 puntos, muy por debajo de lo previsto por los analistas. Por su parte, el manufacturero subió 2 puntos, por encima de lo previsto, hasta los 53,7 puntos, en máximos de dos años.

«Es evidente que estamos en presencia de una economía de dos velocidades, puesto que las fábricas indican que el crecimiento de la producción fue impulsado por un aumento de la demanda, que proviene especialmente de los mercados de exportación y la reapertura del comercio minorista en muchos países, pero el sector servicios ha vuelto a decrecer, ya que especialmente las empresas de atención al público han sido afectadas por la intensificación de la inquietud por el virus», señala Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit .

Las cifras conocidas hoy muestran una elevada divergencia del sector servicios con el manufacturero, actividades de que componen dos tercios de la economía de la zona euro. El sector servicios está mucho más expuesto a la crisis sanitaria desde el principio. Como se demostró en la primera ola de la pandemia, las fábricas pudieron funcionar más o menos con normalidad, mientras que muchas actividades dentro de los servicios tuvieron que parar. Con la segunda ola sobre muchas economías, no se espera nada bueno para la actividad de restaurantes, hoteles, comercio y ocio, que tiene un gran peso en los servicios. Pero hay otra lectura, igual de preocupante, el sector servicios depende en buena medida del consumo y si las cifras son malas antes de sufrir medidas más restrictivas para contener el virus es que algo no marcha bien en la recuperación. El BCE advierte del riesgo de un ahorro precautorio, lo que dificultará que la economía vuelva a la normalidad.

«Las alarmas deben estar sonando sobre el ritmo de la recuperación en este momento», señalan los economistas de ING. «Las nuevas medidas contra el virus se han mantenido locales y leves en comparación con marzo, parece que la economía ya está sintiendo los efectos del aumento de casos. Esto confirma que el comportamiento humano relacionado con el miedo al virus es un factor importante que determina la actividad económica, que es relevante para la actividad en los próximos meses», añaden.

Hasta la próxima semana no se conocerán los datos de PMI de la economía española. Pero teniendo en cuenta que el país se está quedando rezagado en la recuperación y está a la cabeza en número de contagios, septiembre casi podría convertirse en el fin de la recuperación.

Fuente: eleconomista.es