La tasa interanual de inflación de la zona euro se situó en abril en el 1,2%, una décima por debajo del dato del mes anterior. El desplome se debe, principalmente, a la menor subida de precios de los servicios, que se encarecieron un 1%, frente al 1,5% de marzo.
Estos datos preliminares, publicados por Eurostat, complican la posición del Banco Central Europeo (BCE): el pasado 26 de abril, Mario Draghi, presidente de este organismo, descartó hacer cambios en la política monetaria de estímulos que ha caracterizado su mandato. El itinerario establecido se mantuvo sin alteraciones: los tipos seguirán bajo mínimos y la entidad mantendrá las adquisiciones de bonos por 30.000 millones de euros, al menos, hasta finales de septiembre.
Entonces, el líder del BCE se mostró optimista respecto a la consecución de los objetivos de inflación, fijados en una cifra ligeramente superior al 2%. Draghi declaró que las medidas económicas expansivas permitirían a la Eurozona alcanzar sin problemas este porcentaje a medio plazo. Las novedades, de momento, no le dan la razón.
Fuente: eleconomista.es