Los buenos datos de Europa no lograron hacer que el euro tenga una recuperación significativa poniendo de manifiesto la existencia aún de presiones bajistas importantes.
La recuperación desde la zona de influencia de 1,3000 se encontró con resistencia en torno a 1,3060/75.
La tendencia de corto y mediano plazo se mantiene a la baja. Por ahora 1,2990/1,3005 sigue conteniendo las caídas. Es de esperar que una consolidación por debajo le abra las puertas a un descenso mayor con objetivo próximo en 1,2960 y luego 1,2910. Debajo en 1,2880 se ubica un soporte importante.
En el camino alcista, una conformación por encima de 1,3080 removería parte de las presiones bajistas, mientras que recién por sobre 1,3170 el momento podría pasar a favorecer al euro.