La producción de petróleo en EEUU no ha parado de crecer desde octubre de 2016. La industria del shale ha renacido de sus cenizas para amargar a la OPEP el recorte de la producción que pactó junto a otros países en noviembre del año pasado. Ahora, el cártel debatirá el 25 de mayo si debe continuar con estos recortes, y aunque todo apunta a que las restricciones se prolongarán, comienzan a surgir ciertas dudas sobre el futuro de esta maniobra. A la OPEP no le gusta que el gran beneficiado (aunque indirectamente) sea a la vez su gran rival, la industria del shale de EEUU.
Un buen ejemplo de esta curiosa situación se puede ver día a día en la Cuenca Pérmica, que ocupa gran parte del oeste de Texas y un trozo del este de Nuevo México. Lilus Energy, una petrolera que trabaja en esta cuenca (el campo que produce más petróleo en todo EEUU) tiene previsto multiplicar por siete su producción a medio plazo.
El shale confunde a la OPEP
Desde Reuters destacan que la rápida reacción del shale está confundiendo a la OPEP, que en la próxima reunión podría comenzar a planear mucho antes de los esperado la próxima ‘guerra’ de precios en el mercado, es decir, volviendo a abrir al máximo las espitas.
No obstante, esta estrategia debe esperar, sobre todo mientras que las reservas mundiales de crudo sigan superando en 330 millones de barriles la media de los últimos 5 años. En la actualidad, los países desarrollados acumulan más de 3.000 millones de barriles en inventarios.
En esa reunión se hablará probablemente de la Cuenca de Permián y el boom de actividad en la que se encuentra inmersa. Varias de las empresas que parecían condenadas a la desaparición han vuelto a la vida gracias a los bajos costes de extracción en esa zona que ya representa una curto de todo el crudo que se produce en EEUU.
Sara Ortwein, presidente de XTO Energy (subsidiaria de Exxon especializada en shale), explica que «estamos acercándonos a Pérmica como un gran proyecto». La empresa ha duplicado su presencia en la Cuenca Pérmica con la adquisición de 6.600 millones de dólares en propiedades de la familia multimillonaria Bass. Darren Woods, el máximo responsable de Exxon, ha explicado que el shale no está «en modo descubrimiento, sino en modo extracción».
Mark Papa, CEO de Centennial Resource Development, cree que «una cantidad inimaginable del crecimiento de la producción de crudo en EEUU hasta el final de esta década vendrá de la mano de la Cuenca Pérmica».
Mark Timmons, vicepresidente de operaciones en Parsley, comenta que «cada vez son más eficientes». Esta empresa está reduciendo costes en mano de obra de forma drástico. En los campos de petróleo están instalando sensores que transmiten los datos de producción e información sobre el estado de los pozos, información va directa la sede en Austin, Texas, y si surge algún problema es cuando se envía a algún técnico a la zona, siempre y cuando no se puede solucionar desde Austin.
Fuente: eleconomista.es