molFX

  • El dinero que han creado los bancos centrales han ido a los bancos
  • Todo lo alternativo se está convirtiendo en la corriente dominante
  • Es el momento de atarle las manos a la Reserva Federal

gold-standard

 

La economía en Occidente sigue inmersa en esta ‘nueva normalidad’ protagonizada por un crecimiento débil, un mercado laboral que no termina de carburar, unos salarios estancados y una desigualdad económica que gana enteros. Parece que buscar el ‘cambio’ está de moda y los defensores del patrón oro quieren aprovechar esta situación para que ese sistema monetario o uno parecido sustituya al dinero fiduciario.

El patrón oro es un sistema monetario que se usó en el pasado y parecía ya olvidado, sin embargo los defensores más entusiastas de un sistema monetario que limite el poder de actuación de los banqueros centrales pueden volver a colocar al patrón oro en los debates económicos.

Hace décadas, el valor de una unidad monetaria era igual a una determinada cantidad de oro. Por lo tanto, el oro disponible en las cajas fuertes de cada país otorga un valor concreto a la cantidad de dinero en circulación. Cada billete o moneda se cambiaba por una cantidad de oro, por lo que incrementar el dinero en circulación tenía poco sentido si no había suficiente oro para respaldar esas nuevas emisiones de dinero. Este sistema monetario, conocido como patrón oro, limitaba el poder de políticos y banqueros centrales.

Especialmente desde 2008, la política monetaria en el mundo desarrollado parece haber ido dando mayor protagonismo a las decisiones de los banqueros centrales para intentar estimular el crecimiento. Algunos expertos y exbanqueros centrales hablan ya de poner en marcha el ‘helicóptero del dinero’, una herramienta que cruzaría otra frontera más. Para aquellos que en EEUU y Europa ven demasiado riesgo y escaso beneficio en el rumbo que ha tomado la política monetaria, el oro continúa siendo un punto de encuentro. Y es probable que su audiencia esté creciendo.

«Lo alternativo se ha convertido en corriente dominante», dijo Jesse Hurwitz, economista para Estados Unidos en Barclays Capital de Nueva York. Para él, el patrón oro es una mala idea, pero «algo sobre lo que hablamos cada vez más».

Un cambio irrealizable

Naturalmente, el restablecimiento total del sistema que fue el utilizado en EEUU hasta 1970 es prácticamente inconcebible. Inclusive muchos fanáticos del oro reconocen que es imposible, y los economistas, de manera casi unánime, consideran que no debería intentarse: EEUU estaría en condiciones mucho peores, dicen, con una Reserva Federal que fuese incapaz de ‘manipular’ la base monetaria.

Pero el telón de fondo de este debate. El descontento estrepitoso con la economía ha dejado a los dirigentes bajo asedio, y no puede haber más culpable que la Fed. Por lo tanto, en un giro curioso, está siendo más fácil para los defensores de un control monetario férreo (históricamente preferida por las clases más altas) darle una inclinación populista. El argumento es el siguiente: el dinero producido mágicamente por los banqueros centrales tras la crisis fue en su totalidad a los banqueros, sin que los estadounidenses lograran una mejora. Es hora de atarle las manos a la Fed, si no al oro, por lo menos a algo.

Algo parecido al patrón oro

«No tenemos por qué ser esclavos de la historia», explica George Selgin, director del Centro de Alternativas Monetarias y Financieras en el Cato Institute en Washington. El patrón oro es «como Humpty Dumpty», asegura, difícil de repetir. Pero «podemos pensar en tener un sistema monetario que no sea completamente arbitrario, que no sea una cuestión sólo discrecional, con gente sentada en una sala 13 veces al año haciendo cualquier cosa».

En marzo del año pasado, Donald Trump aseguró a WMUR Television en New Hampshire: «Éramos un país muy, muy sólido porque se fundaba en el patrón oro». Pero agregó que sería difícil volver a implementarlo «porque no tenemos oro. Lo tienen otros lugares».

En entrevistas más recientes, parecería que el  que será candidato republicano se ha desviado a una cosmovisión de dinero blando o laxo como la existente hoy. La semana pasada, atrajo la atención sobre la capacidad del gobierno de EEUU para emitir moneda. Para los fanáticos del oro, eso es un problema, pero Trump lo describió como una posible solución.

No todos los republicanos están de acuerdo

El patrón oro «fue espantoso. Fue terrible», dijo Tony Fratto, ex funcionario del Tesoro y de la Casa Banca durante la administración George W. Bush. ?Provocó algunas de las regresiones económicas y los episodios de deflación más graves de la historia?.

Fratto, que actualmente es socio ejecutivo en Hamilton Place Strategies, una consultora para entidades financieras con sede en Washington, dice que la política monetaria es «la menos comprendida» de las disciplinas económicas -y eso convierte al banco central en un blanco fácil.

 

Fuente: eleconomista.es