- La economía se encuentra cerca de su crecimiento potencial
- Más estímulos fiscales podrían desembocar en un recalentamiento
La gobernadora de la Reserva Federal de EEUU (Fed), Lael Brainard, ha asegurado en una conferencia que un estímulo fiscal superior, en una economía que está cerca del pleno empleo y con una inflación ya cercana al 2% puede obligar a la Fed a subir tipos más rápido de lo anteriormente previsto.
Brainard, una importante defensora de los tipos de interés bajos en la Reserva Federal ha destacado este martes que el banco central podría elevar los tipos de una forma más agresiva si el gasto durante el Gobierno de Donald Trump a desemboca en un rápido repunte económico y de los precios.
«Si los cambios en la política fiscal permiten reducir de forma más rápida el capital ocioso en la economía y si todo lo demás sigue igual, el ajuste de la política monetaria probablemente sea más rápido», aseguró la gobernadora de la Fed Lael Brainard en un evento organizado por la Brookings Institution.
Brainard, que fue un alto cargo del Departamento del Tesoro durante el gobierno de Barack Obama, ha defendido una política expansiva y de tipos bajos desde que se unió a la Junta de Gobernadores de la Fed en 2014.
Un cambio en Brainard
No obstante, este martes se ha unido al creciente coro de responsables de política de la Fed que ha advertido que una ampliación sostenida del déficit presupuestario podría impulsar la inflación en momentos en que la economía estadounidense ya está cerca de su máximo potencial.
«El pleno empleo está al alcance y podría ser sostenible con la mezcla correcta de políticas», sostuvo, agregando que la «aproximación gradual» de la Fed a los incrementos de los tipos podría cambiar dependiendo de las futuras políticas fiscales.
Tras mantener los tipos cercanos a cero durante siete años para ayudar a la recuperación de la economía tras la recesión de 2007-2009, la Fed aprobó la primera subida en 2015 y otra en 2016. Los responsables de política del banco central proyectan tres aumentos más este año.
No obstante, la elección de Trump como presidente ha hecho más incierto el panorama económico, con promesas de un aumento del gasto militar y en infraestructura. Varios funcionarios de la Fed advirtieron que un mayor déficit fiscal podría provocar un recalentamiento de la economía, requiriendo incrementos de tipos más agresivos y generando probablemente otra recesión.
Fuente: eleconomista.es