En la previa de las elecciones en Estados Unidos y al borde del denominado “abismo fiscal”, la Reserva Federal mantuvo sin cambios la política monetaria. En el comunicado no hubo sorpresas. Se tomó nota de la mejora en el sector inmobiliario, de la reciente suba en la inflación (causada por una suba en el precio en la energía) y se afirmó que se continuarán con los programas ya conocidos (compra de títulos hipotecarios, operación twist y reinversión de los ingresos).
En definitiva, ningún cambio y se espera que, si las circunstancias no cambien radicalmente, en diciembre el comunicado podría tener un mensaje similar.
El mercado de divisas prácticamente ha tenido una reacción (por ahora) extremadamente limitada. Los principales cruces se mantienen en los niveles que tenían antes del anuncio.
El hecho de que no se anunciará nada nuevo debería ser positivo para el dólar, pero el mismo hecho de que se mantenga todo igual, es en cierta forma negativo para el billete verde. Por lo tanto estamos viendo que el mercado por ahora no toma una dirección clara.