Las elecciones en Italia comienzan a tomar la plana principal en cuanto a noticias del mercado, con varios partidos pidiendo el fin de las medidas de austeridad e incluso candidatos llegando a pedir un referéndum sobre la permanencia del país en la zona del euro.
He aquí una contradicción entre las propuestas… por un lado, se pide el fin de medidas de austeridad, pero por el otro, la salida de la Eurozona posiblemente lleve a una devaluación interna en Italia, a través del regreso de la lira. Esto haría caer los salarios reales de los trabajadores, a quienes en un principio dicen defender con las medidas de austeridad. La idea lógica es que la devaluación llevaría a que se incremente la competitividad y con ello las exportaciones, incrementando el empleo y los ingresos del estado.
Esto demuestra que no hay medida que no implique costos y beneficios. No se trata de medidas simples con consecuencias simples; sino todo lo contrario, en donde le tipo de cambios juegan un rol importante. La complejidad de llevar adelante la política económica es lo que hace que en estas épocas, las palabras sean para la tribuna pero llegado el momento, el tono baje considerablemente.
La incertidumbre del resultado electoral junto con los diversos escenarios que se van plantando podrían ir incrementando los temores y tal vez lleguen a influir sobre el euro durante la semana y sobre todo en el comienzo de la que viene, particularmente si el tono de las propuestas va subiendo, particularmente el de medidas más radicales.
Hay gran incertidumbre sobre lo que pueda terminar ocurriendo en cuanto a quien gobernará. Italia no es un jugador menor en la Eurozona. Varias de las medidas que anunció el Banco Central Europeo se produjeron cuando la tasa de interés de los títulos italianos había trepado significativamente. Es decir, que Italia es demasiado importante para el BCE y es por ello, que habrá que estar atentos a lo que pueda ocurrir.