- El 58% de la producción mundial de crudo procede de países no OPEP
- Los inventarios están amortiguando el descensos de la oferta de crudo
El acuerdo de la OPEP y otros países productores de petróleo para recortar la producción lleva en marcha cerca de cuatro meses. Si bien es cierto que este pacto ha sido clave para que el petróleo haya recuperado los 50 dólares (tras tocar los 27 dólares a principios de 2016), la OPEP pretendía hacer mucho más ‘daño’ del que ha hecho finalmente.
En primer lugar, la estrategia del cártel (inundar el mercado de crudo) no logró eliminar por completo a sus competidores (sobre todo la industria del shale de EEUU). En segundo lugar, el recorte de la producción no ha conseguido tampoco llevar al petróleo a los 60 dólares que Arabia Saudí considera como precio idóneo dadas las circunstancias actuales. En resumen, la OPEP ya no controla el mercado de crudo como lo hacía antaño.
Como destacan Michael Owyang, vicepresidente de la Fed de San Luis, y Hannah Shell, economista de la misma institución, «la OPEP ha ejercido una influencia enorme sobre la producción de petróleo mundial y los precios desde 1960».
Pero algo parece estar cambiando: tras el anuncio y el posterior cumplimiento del recorte «los precios han subido sólo levemente, ninguno de estos eventos ha venido acompañado de fuertes incrementos de los precios del petróleo… ¿por qué el precio del crudo no ha subido de forma sustancial?», se preguntan estos economistas.
Varios factores están evitando que los precios respondan como en otras ocasiones a la decisión del cártel. Por un lado destaca que «un 58% de la producción de petróleo procede de países que no forman parte de la OPEP (incluido EEUU) y muchos de ellos no forman parte del acuerdo para recortar la producción». Además, esos países están aprovechando la decisión del cártel para ganar cuota de mercado e incrementar su rendimiento productivo, como es el caso de las firmas de EEUU.
Inventarios en máximos históricos
Por otro lado, los inventarios comerciales (reservas de crudo) que han acumulado los países desarrollados durante los últimos años están evitando que el precio suba de forma rápida. «Los inventarios están debilitando los efectos inmediatos relacionados con la oferta y la demanda», destacan los economistas de la Fed.
«Cuando la OPEP recorta la producción, la oferta de petróleo se reduce, y los países de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE) usan parte de sus inventarios para compensar la reducción de la producción. La reacción de los precios se puede retrasar hasta que los inventarios se agoten», señala el comentario de estos economistas.
La OPEP podría tener que prolongar el actual recorte de la producción durante un periodo mucho más amplio del que se ha pactado en un primer momento (en principio termina este verano). Aunque el cártel extendiese su acuerdo, el efecto podría ser limitado, puesto que los inventarios de las grandes potencias están en máximos históricos y no están dando señales de debilidad después de casi 4 meses de recorte del bombeo por parte de la OPEP.
Una hipótesis que cobra fuerza en los últimas semanas es que, antes de que los inventarios se agoten, otros productores ajenos a la OPEP podrían compensar el déficit de oferta de crudo causado por el acuerdo del cártel, ejerciendo presión a la baja sobre los precios del oro negro.
Como sentencian los economistas de la Fed, a medida que los inventarios se fuesen reduciendo, el precio del crudo comenzaría a subir, sin embargo «este incremento de los precios podría ser muy gradual, porque los países que no pertenecen a la OPEP tienen ahora la capacidad de acelerar su producción ante unos precios más atractivos». Parece que la dictadura de la OPEP podría haber llegado a su fin.
FUENTE: eleconomista.es