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A diez días del referéndum en el que los británicos decidirán si el Reino Unido permanece dentro de la Unión Europea o no, las últimas encuestas muestran que los partidarios del No han acortado la distancia con los del Sí. Esta noticia tiene a los mercados globales con los nervios de punta.

Una encuesta publicada el viernes, por ejemplo, indicó que 55% de los británicos votarían a favor de dejar la UE.

Las bolsas asiáticas fueron las primeras en reaccionar. El lunes, el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cayó 3,5% mientras los inversionistas se desprendían de sus acciones y acudían a refugios seguros. Los bonos de los gobiernos de Japón y Corea del Sur alcanzaron mínimos históricos. El yen, considerada la moneda más segura de Asia, se fortaleció contra el euro y alcanzó su máximo de tres años ante la libra esterlina, que en lo que va del año, según el Banco de Inglaterra, acumula una baja de 5,7% frente a una canasta de monedas.

Por su parte, el índice paneuropeo Stoxx Europe 600 cedió 1,8% para quedar en 326,80 puntos, su menor nivel desde febrero, y los indicadores de referencia de las bolsas de Londres, Fráncfort y París retrocedieron 1,16%, 1,80% y 1,85%, respectivamente.

El Promedio Industrial Dow Jones cayó 133 puntos, o 0,7%, a 17.732 unidades. El índice S&P 500 descendió un 0,8%, y el Nasdaq Composite cayó un 0,9%.

El rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años descendió a 1,611%, su menor nivel desde diciembre de 2012, según la proveedora de datos FactSet. El rendimiento del bono alemán a 10 años, conocido como bund, ronda 0,025%, un mínimo según Tradeweb. El bono del gobierno británico a 10 años, en tanto, rendía 1,211%, cerca de un mínimo histórico. Los rendimientos de los bonos se mueven en dirección opuesta a los precios y su caída refleja una alta demanda.

En el caso de los bonos del Tesoro de EE.UU., la demanda ha sido “impulsada por inversionistas extranjeros que enfrentan la posibilidad de rendimientos negativos. La deuda soberana estadounidense ha cobrado un mayor atractivo para los inversionistas foráneos conforme el BCE y el Banco de Japón implementan políticas de tasas negativas”, dijo por correo electrónico Jason Pride, director de estrategia de inversión de Glenmeade.

El referéndum británico del 23 de junio tendrá lugar en un momento delicado. Esta semana, la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Japón se pronunciarán sobre la marcha de sus respectivas economías y las perspectivas de las tasas de interés, mientras que MSCI Inc. anunciará si las empresas de China continental serán parte de sus populares índices de acciones de mercados emergentes.

Los inversionistas han prácticamente descartado un alza de las tasas el miércoles, cuando concluye la reunión de dos días del banco central estadounidense. Un indicador ampliamente seguido por el mercado asigna una probabilidad de 2% a un aumento de las tasas el miércoles y de 23% en julio.

Aunque la ola de ventas del lunes se extendió por todo el mundo, Europa es especialmente vulnerable. Gran Bretaña ha sido uno de las economías europeas de mejor desempeño en los últimos años, y la mayoría de los economistas creen que un voto para salir de la UE golpearía duramente a la inversión, afectando probablmente al consumo y el crecimiento global.

Los bancos europeos, por su parte, luchan para superar la crisis del último año y siguen siendo vulnerables a las turbulencias financieras. Los bancos italianos, por ejemplo, están plagados de malos préstamos y necesitarán una mejora económica sostenida que salir del túnel.

Esta volatilidad subraya la preocupación de que una salida de Reino Unido de la Unión Europea —fenómeno popularmente conocido como brexit— repercuta en la economía europea y afecte las exportaciones de distintas partes del mundo.

“A los inversionistas les preocupa el regreso del escenario de estancamiento global, y la posibilidad de brexit exacerba dicho escenario”, dijo Khiem Do, gestor de fondos de multiactivos de Baring Asset Management en Hong Kong. El estratega cree que si el Reino Unido se retira de la UE, los inversionistas piensan que los bancos centrales implementarán medidas para apuntalar el crecimiento. Pero, por el momento, “no creen que los bancos centrales y los gobiernos puedan intervenir con suficiente rapidez para contrarrestar el peor de los escenarios”, aseveró.

En todo caso, analistas y gestores de fondos indicaron que el impacto global provocado por brexit probablemente será contenido.

Las autoridades europeas ya han puesto manos a la obra en este sentido. El supervisor de la banca de la UE tiene planes de contingencia para el caso de que los británicos se pronuncien a favor del No.

Daniele Nouy, presidenta del Consejo de Supervisión del mecanismo único de supervisión del Banco Central Europeo dijo el lunes que tanto el consejo como el BCE se han preparado meticulosamente para el referendo y su posible impacto en los mercados. “Esto se hace banco por banco”, aclaró. “Por cada banco que posiblemente resulte impactado, tenemos un plan redactado por los supervisores nacionales y de la zona euro”, dijo Nouy en una comparecencia ante el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.

En su campaña a favor del Sí, el gobierno británico, encabezado por el primer ministro conservador David Cameron, ha contado con la ayuda de algunos de los pesos pesados. James Dimon, el presidente ejecutivo de J.P. Morgan Chase & Co. viajó hace poco a Londres y advirtió en una reunión con los empleados del banco que el brexit podría resultar en la fuga de miles de empleos del país. George Osborne, el ministro de Finanzas de Reino Unido, estuvo presente en el encuentro.

Aunque se presume que las grandes multinacionales británicas serán afectadas por una eventual salida de la U.E., también podría haber excepciones, como el fabricante de impermeables y bufandas de lujo Burberry y el diseñador de microprocesadores ARM Holdings.

En el caso de Burberry, cerca de 15% de sus costos de manufacturas y 40% de sus gastos operativos están denominados en libras esterlinas, aunque Gran Bretaña sólo representa 10% de sus ventas. El banco Barclays calcula que una caída de 10% de la libra esterlina aumentaría las ganancias operativas en un quinto.

ARM Holdings, cuyos diseños de procesadores están presentes en toda clase de aparatos, desde radiadores a smartphones, obtiene por su parte la abrumadora mayoría de sus ventas en dólares, aunque dos quintas partes de sus costos están denominados en libras esterlinas, según la corredora de valores Liberum

 

Fuente: wsj.com