Lo primero en la agenda del jueves (aunque en realidad aún miércoles en gran parte del mundo) será la decisión de política monetaria del banco central de Nueva Zelanda (RBNZ por sus siglas en inlgés). El comunicado se dará a conocer a las 21:00 GMT, una hora después del cierre de Wall Street.
La expectativa es grande. Se espera que la institución monetaria incremente nuevamente la tasa de interés en 25 puntos básicos hasta el 3%. Lo relevante podría pasar por ver si se avecina o no algún tipo de pausa en el ritmo de la suba de la tasa de interés.
La economía de Nueva Zelanda viene creciendo, aunque sin tirar manteca al techo. Además es una economía expuesta al resto del mundo y desde aquí pueden venir riesgos adicionales.
La suba del kiwi (NZD) es un factor que puede presionar para que el proceso de ajuste monetario (aunque a estas alturas sea más prudente decirle de normalización) siga siendo de forma gradual y tal vez, hasta con pausas.
El hecho de que el RBNZ suba las tasas mientras el resto del mundo las mantiene puede hacer que la moneda se siga apreciando generando algún problema. De todas formas, varios cruces del kiwi, desde que comenzó la suba de tasas han dejado de avanzar. En parte porque el mercado venía descontando que iba a ser de los primeros bancos centrales, el de Nueva Zelanda, en volver a subir las tasas.
En resumen, una suba de tasas de 25 puntos básicos podría impulsar limitadamente al cruce. Incluso una suba con un mensaje pesimista, podría al kiwi bajo presión. En caso de que se produzca una sorpresa y no haya subas, entonces habría que esperar un desplome del dólar de Nueva Zelanda.