- Según Markit, el dato lanza una señal de alerta al BoE de la necesidad de que se mantenga el apoyo a la economía
Las ventas al por menor de Reino Unido han dejado notar la mordida de la inflación en el primer trimestre de 2017 y han caído un 1,4% desde los tres meses anteriores, hasta niveles de inicios de 2010.
Además del desplome trimestral hasta niveles no vistos en siete años, sólo en marzo, las ventas han caído un 1,8%, superando ampliamente las previsiones de los analistas de un retroceso del 0,5%, según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONS por sus siglas en inglés).
Estas cifras son un mal presagio para una economía que depende en gran medida del gasto de los consumidores. El crecimiento casi sin duda se enfrió en el primer trimestre y se espera que se ralentice aún más este año, añadiendo presión sobre el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) para que mantenga las tasas de interés en el mínimo histórico. Las ventas al por menor disminuyeron por última vez durante un trimestre en 2013.
Según Chris Williamson, analista de Markit, este dato “lanza una señal de alerta al BoE de la necesidad de que se mantenga el apoyo a la economía mientras los consumidores recortan en gasto al mismo tiempo que el país se enfrenta a la creciente incertidumbre de lo que les depara a medida que se encaren las negociaciones sobre el Brexit”.
“La recesión de las ventas de marzo significa que el sector minorista actuó como un obstáculo para la economía en el primer trimestre (recortando un 0,1% del crecimiento del PIB, según el ONS). La disminución trimestral de las ventas es la primera desde el primer trimestre de 2013 y la más pronunciada desde el primer trimestre de 2010”, señala el economista de Markit.
La libra, que ha mantenido gran parte de las ganancias de su ‘flash-rally’ tras el anuncio de elecciones anticipadas el 8 de junio en Reino Unido, ha dejado un mínimo en la sesión cerca de los 1,2780 dólares, desde donde se recupera marginalmente, aunque se mantiene por debajo de los 1,2800 dólares. A pesar del optimismo que rodea la operativa de la divisa británica, analistas consultados apuestan porque siga drenando ganancias y reviste los 1,2700 dólares, después de los negativos datos macroeconómicos.
Fuente: bolsamania.com