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La Reserva Federal (FED) actuó nuevamente brindando más estímulos a la economía y a su vez cambio el lenguaje. Las medidas anunciadas juegan en contra del dólar mientras que el efecto del cambio en el lenguaje dependerá de la evolución de los datos económicos de EE.UU. Después de lo de hoy, es de esperar que aumenten las menciones de “la guerra de las monedas”.

 El comunicado de la Reserva Federal fue uno de los que más cambios ha tenido de los últimos que se recuerde. Se anunciaron más compras de títulos, la finalización de la operación twist y se puso en claro que las compras de títulos y las tasas bajas seguirán hasta que, o mejore el mercado laboral, o suba la inflación o dejen de estar estables las expectativas de inflación de largo plazo. De esta forma la FED sigue con el pedal en el acelerador, presionando a la baja al dólar (tal vez este es uno de los otros objetivos de las políticas implementadas, aún no transparentados).

 Estas medidas son perjudiciales para la cotización del dólar, ya que por un lado se mantiene la perspectiva de tasas bajas y se anunció además una mayor inyección de dólares en el mercado, lo que naturalmente tiende a debilitar al dólar.

 El cambio en el lenguaje consistió en la eliminación de la mención a que las tasas se mantendrán en niveles extraordinariamente bajos hasta el 2014 y el reemplazado por otro tipo de lenguaje que hace depender la evolución de la política monetaria a valores de variables económicas. Lo nuevo aquí son los valores particulares, ya que las políticas monetarias siempre dependen y se aplican teniendo en cuanta el estado de la economía. Con esto la FED busca más transparencia y garantizarle el mercado que habrá estímulos hasta que la economía ande muy bien y por sí sola.

 El cambio en el lenguaje tiene efectos neutrales sobre el dólar y dependerá de cómo sean los datos. Una recuperación de la economía acompañada por una suba en la inflación tenderá a favorecer al dólar, mientras que baja inflación y malos datos, a debilitarlo.

 Durante la conferencia de prensa Bernanke aclaró que si el desempleo cae por debajo del 6,5% mencionado en el comunicado esto no implicará que automáticamente se retiren los estímulos o se suban las tasas. Sino que habrá lugar para evaluar que se hará.

 El pesimismo por parte del presidente de la FED vino por el lado del “abismo fiscal”. En los últimos días, circularon algunos artículos en la prensa especializada relativizando el denominado “abismo fiscal” afirmando que no serían tan grave. Pero Bernanke dejó en claro que para él esto no es así y que es un grave riesgo para la economía. Posiblemente sus palabras tengan el objetivo de agregar presión a los legisladores para que se pongan de acuerdo antes de enero, evitando bruscos cambios fiscales. Bernanke dijo que la FED no tiene las herramientas para compensar el abismo fiscal. Si se llegará a dar, es de esperar un incremento en el ritmo de las compras mensuales de títulos.

 De cara al comienzo del 2013 la política monetaria será un peso para el dólar y un factor negativo pero que no necesariamente llevará a una caída del dólar. La evolución de la cotización depende de varios factores, entre las cuales, la política monetaria es uno más, pero de los importantes.