Luego de haberse aproximado a $1.800 durante el pasado octubre el oro comenzó a retroceder hasta llegar a principios de este año a $1.625, el nivel más bajo en cuatro meses. Luego de esto la cotización comenzó un camino de recuperación que lo llevó a acercarse a $1.700 y que podría estar cerca de terminar.
Como se puede ver en el gráfico, la zona de $1.700 está siendo una gran resistencia y desde allí la cotización está retrocediendo y actualmente está poniendo en riesgo una línea de tendencia de corto plazo.
- La tendencia bajista vigente desde octubre pasado sigue en pie. Una suba por encima de $1.705/10 modificaría el escenario.
- Un cierre diario por debajo de $1.670, daría una señal bajista y llevaría al preciado metal a probar $1.660, luego $1.645 y de seguir se abrirán las puertas a $1.630, que es una zona clave y soporte de mediano plazo.
