La imposibilidad de sostenerse por encima de $1.400 ha llevado a que el oro comience a mirar con mejor ánimo el sendero bajista. Pero ambos caminos continúan limitados lo que ha llevado a que se forme una especie de triángulo alcista.
El problema con esta formación es que surge en el medio de recorridos alcistas e implica una pausa en las subas. En este caso, está surgiendo tras una caída de la cotización, lo cual hace que la figura sea menos fiable, pero de todas formas se pueden establecer niveles con implicaciones.
En el caso alcista, la zona superar sigue siendo $1.400 mientras que para allanar el camino bajista será necesario una consolidación por debajo de $1.375.