El dólar avanzó en el mercado en el comienzo de la semana. Si bien se trató de un modesto avance, implicó una continuidad de los recorridos del pasado viernes.
Los datos de Estados Unidos resultaron positivos con una mejora el mercado inmobiliario y una suba en los ingresos y en el gasto personal, aunque moderado. La gran atracción en torno a los datos sigue siendo lo que ocurrirá el viernes con el reporte de empleo.
Durante la sesión asiática se conocerán datos de créditos al sector privado de Australia y en Japón del mercado inmobiliario. No se espera un alto impacto de los mismos.
En la sesión europea habrá una actividad importante en cuanto a datos. En Alemania, en donde el lunes se conoció una suba, en línea con lo esperado en los indicadores de inflación, se publicarán datos de ventas minoristas y de desempleo. Además saldrá el dato de inflación de la Eurozona. Estos reporte pueden llegar a tener un impacto sobre la cotización del euro: datos altos de inflación o que impliquen una mejora en la actividad económica tenderán a impulsarlo, lo contrario a debilitarlo.
En el Reino Unido se publicará la última lectura de PIB del cuarto trimestre. No se espera una gran revisión por lo que el impacto debería de ser limitado. La libra sigue mostrándose débil en el mercado, al compás de la incertidumbre política por las elecciones.
En la previa de de la apertura de Wall Street habrá datos importantes de Canadá, con la lectura de crecimiento que tendrá un impacto sobre el loonie. En Estados Unidos, se conocerá el PMI de Chicago y un reporte de confianza del consumidor, que no deberían de tener un alto impacto sobre el dólar.