Paul Krugman, profesor de Economía en la Universidad de Princeton y Nobel de Economía, cree que hay grandes posibilidades de que la próxima recesión económica llegue a finales de este año o durante 2020. La desaceleración del crecimiento global o el aplanamiento de la curva de tipos en EEUU dejan entrever la cercanía de la próxima crisis.
No obstante, Krugman cree que es poco probable que «un solo evento» sea el desencadenante. Existe una miríada de factores que están pesando sobre la economía global, los conocidos como riesgos a la baja que han ganado fuerza en los últimos meses, siendo «la Eurozona el lugar que hoy parece realmente más cercano a sufrir una recesión».
En EEUU, la reforma fiscal de Donald Trump ha tenido un efecto positivo sobre el crecimiento temporal que se está desvaneciendo: «No ha sido muy efectiva», asegura Krugman, que además cree que «la burbuja parece que podría estar desinflándose».
El Nobel explica en declaraciones a la CNBC que «la principal preocupación es que no tenemos una respuesta efectiva si las cosas se ralentizan (crecimiento económico».
Los bancos centrales no podrán reaccionar con unas bajadas de tipos de cinco puntos porcentuales porque el precio del dinero se encuentra hoy cerca del 0% en gran parte de los países desarrollados. Mientras que la política fiscal tendrá un recorrido limitado dados los elevados niveles de deuda pública. En países como EEUU, el nivel total de endeudamiento público supera el 100% del PIB, mientras que en los anteriores escenarios recesivos la deuda estaba entre el 50 y 60% del PIB. En Europa la situación es aún más compleja.
Por otro lado, Nouriel Roubini, profesor de Economía en la Universidad de Nueva York y uno de los economistas que vaticinó la crisis de 2008, aseguraba hace unos días en Project Syndicate cree que este año será «mediocre para la economía global», aunque reconoce que «la desaceleración sincronizada de 2019 podría llevar a un estancamiento del crecimiento global y una fuerte caída del mercado en 2020».
Roubini reconoce que los riesgos son variados para la economía global: unas acciones sobrevaloradas en EEUU, las tensiones comerciales, un Brexit duro o que la Fed siga subiendo tipos. Si alguno de estos riesgos se materializa, la economía y los mercados lo sufrirán.
Fuente: eleconomista.es