molFX

Las divergencias en las expectativas de política monetaria suelen ser el reflejo de la economía y de también de los precios de las divisas. El 2015 arranca con ciertas diferencias claras y otras no tanto. Lo que sí parece que ocurrirá es que después de varios años, uno de los bancos centrales más relevantes podría volver a subir tasas.

De todas formas cualquier política de ajuste monetario, léase suba de tasas o reducción de estímulos, no tendrá como objetivo el típico de reducir presiones inflacionarias, sino simplemente de empezar a normalizar la política monetaria.

Reserva Federal y Banco de Inglaterra

Podría ser un año histórico tanto para la Reserva Federal (FED) como para el Banco de Inglaterra si es que llegan a subir las tasas de interés. Sería la primera vez en casi 10 años e implicará el comienzo de la última fase del retorno a una política monetaria más normal.

Para que se de este escenario tanto la economía británica como la de Estados Unidos deberán de seguir por la buena senda.

Con las expectativas inflacionarias bajo control, no hay apuro, ni necesidad en apurarse a subir las tasas.

Esta expectativa hacen que tanto el dólar como la libra, arranquen el 2015 con una perspectiva a favor, aunque podría durar hasta que se comience a materializar el escenario de suba de tasas.

 Banco Central Europeo

Allí estarán los ojos durante el primer trimestre del 2015 ya que se espera que se anuncie un nuevo programa de compra de títulos (esta vez públicos) para estimular la alicaída economía. El impacto de este, más allá de la posible continuidad en la caída del euro es dudoso en cuanto a la actividad económica. Los títulos de países como España están en mínimo récord y no hay problemas financieros; las tasas están en cero y cualquier banco tiene acceso a fondos a tasa baja y montos grandes. Más dinero en la economía no implica que se vaya al crédito.

De todas formas, está claro que con un escenario de deflación cerca, el camino para una continuidad en los estímulos y de las tasas bajas por varios semestres está garantizado, haciendo que el euro se mantenga débil.

El 2015 va a traer más novedades para el B.C.E. ya que habrá menos reuniones (pues ahora serán cada 8 semanas) y vendrán con minutas.

RBNZ, RBA y BoC

Los bancos centrales de Canadá, Australia y Nueva Zelanda atraviesan instancias distintas pero realidades parecidas.

En Nueva Zelanda, el ciclo alcista se cortó con la caída del precio de las commodities, tras reducirse las presiones inflacionarias y ante ciertas señales de debilidad en la economía. El escenario no ha cambiado mucho, pero el banco central de Nueva Zelanda dejó en claro que desea que el próximo paso sea volver a subir la tasa. Siendo uno de los pocos bancos centrales en hacer eso, la moneda termina el año fortalecida (no contra el dólar, pero si frente a otra) y con perspectiva s de seguir así. En caso de volver a subir la tasa, los funcionarios deberán de prepararse para una moneda más fuerte.

En Australia y en Canadá los bancos centrales están a la espera de ver que va ocurriendo en con las respectivas economías y con la del mundo. La caída en el precio del petróleo alejó el momento de subir las tasas en Canadá, mientras que Australia también sufre de la caída del precio de las commodities y de la rebaja en las tasas de crecimiento de China.

Por lo menos hasta pasado el primer trimestre será todo incógnita.

 Banco de Japón

La institución sorprendió al anunciar un incremento en sus objetivo de política monetaria hacia fines del 2014. Con la economía estancada y la inflación sin llegar al objetivo del 2%, se espera que continúen los estímulos.

El triunfo electoral de Abe, removió cualquier duda en cuanto a la continuidad de las políticas actuales. Una contracción más fuerte, podría llevar al Banco de Japón a más anuncios.