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¿Ha cambiado algo en el Brexit?

Tras más de tres horas de reunión en Liverpool, el primer ministro británico, Boris Johnson, y su homólogo irlandés, Leo Varadkar, salieron con un mensaje más optimista de lo esperado. Un comunicado para los analistas lingüísticos más especializados, pero que muestra una nota de esperanza con la que nadie contaba: «Un acuerdo sigue siendo el interés de ambos. Podemos ver el camino hacia un posible acuerdo», rezaba. En los minutos posteriores al comunicado, la libra se disparó medio penique, del nivel de 1,2220 por dólar a 1,2271 unidades.

A estas alturas, es muy peligroso confundir unas meras palabras positivas de cortesía con movimientos reales en unas negociaciones que siguen estando lejos de llevar a un punto común. Pero lo que está claro es que la reunión de hoy entre ambos líderes ha sido más larga de lo que nadie esperaba -se daba por hecho una hora de encuentro, no tres y media- y que nadie quiere dar por finalizados los intentos de llegar a un acuerdo.

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Los puntos clave siguen siendo los mismos a los que ambas partes llevan dando vueltas desde principio de año: cómo evitar tener que realizar controles aduaneros en la frontera con Irlanda del Norte y cómo asegurarse de que los habitantes de la provincia den su aprobación democrática a cualquier cambio a su situación política que incluya el tratado de salida. Dos puntos que Johnson intentó solucionar con su propuesta de la semana pasada, que fue rechazada por la UE.

Precisamente, Varadkar anunció que se reuniría este viernes con el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, que el miércoles insistió que, en las actuales circunstancias, «no es posible el acuerdo», pero insistió en seguir negociando. Nadie quiere ser el responsable de cerrar la puerta definitivamente. El mayor problema es que el tiempo se acaba: el Consejo Europeo que deberá cerrar el acuerdo se celebra en apenas 7 días. Aunque siempre está la posibilidad de seguir debatiendo tras una nueva prórroga, que parece inevitable.

Fuente: eleconomista.es