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El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,05%, según ha anunciado la institución en un comunicado. Asimismo, ha mantenido el interés de la facilidad marginal de crédito en el 0,3% y la tasa sobre los depósitos en el -0,2%. En la rueda de prensa posterior, Draghi ha asegurado que «se revisará la política monetaria en diciembre y que además están listos para actuar si las proyecciones de inflación siguen siendo a la baja».

  •  La baja inflación, la volatilidad de los mercados y la debilidad de algunas de las principales economías de la Eurozona aumentan la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE) para que adopte nuevas medidas de estímulo, cuya concreción, sin embargo Draghi ha dejado todo para la próxima reunión en diciembre.

«La política monetaria tendrá que volver a ser examinada en diciembre cuando estén realizadas las nuevas proyecciones, estamos listos para actuar y mantener el grado correcto de nuestra política para lograr los objetivos de inflación», ante los retos que supone la caída de las materias primas.

  • Draghi ha asegurado que incluso si es necesario estamos abiertos a implementar «un nuevo menú de medidas» que ayuden al Banco Central Europeo a lograr los objetivos de inflación. Aún así, la política central de actuación seguirá siendo la compra de bonos, como hasta ahora. Pero existe una amplia gama de opciones para la ampliación de la política monetaria: «Bien podemos cambiar el tamaño, la composición y el diseño de todos los instrumentos de política monetaria, según sea necesario.»La compra de bonos se mantendrá hasta que veamos que la inflación se ajuste a los niveles deseados por el BCE. Draghi dijo «Se espera que la inflación sigue siendo a corto plazo muy baja, aunque se prevé que se recupera durante 2016 y 2017 apoyada por la recuperación económica y un incremento de los precios del petróleo». De este modo, el Quantitative Easing se mantendrá hasta donde sea necesario, más allá de 2016 si las proyecciones de inflación siguen a la baja.

«La demanda externa está mostrando debilidades por los problemas que muestran las economías emergentes, sobre todo China. La inflación en la Eurozona está siendo baja, pero aún así esperamos que cuando los precios del petróleo comiencen a repuntar la inflación mejore, por la inflación subyacente se mantiene estable en el 0,9%», existe una fuerte correlación entre los precios de la energía y el IPC en Europa.

«La baja inflación apoya la renta real disponible, eso es cierto, pero aumenta el valor real de la deuda, unos tipos de interés bajo fomentan el consumo y la actividad económica, lo que a la postre debería fomentar el crecimiento de la inflación. Pero la lucha contra la caída de precios además es nuestro mandato, tenemos unos objetivos de inflación«, explica Mario Draghi.

  • Este anuncio llevó sl euro a perder un 1,6% de su valor y cayó hasta los 1,11 dolares.
    El euro ha marcado un mínimo intradiario de 1,1154 dólares tras la rueda de prensa de Draghi, en comparación con los 1,1338 ‘billetes verdes’ que registró en la apertura.
  • El valor de la divisa común europea ha registrado su nivel más bajo desde el pasado 2 de octubre, cuando marcó un mínimo durante la jornada de 1,1149 dólares. Parece que los mercados se han tomado en serio las insinuaciones de Draghi sobre que en diciembre puede haber cambios en la política monetaria de la institución monetaria.

El estratega de mercados de IG remarca que lo sucedido este verano con los mercados y la economía China, y el consecuente impacto en los mercados y en la economía internacional, «ha cambiado drásticamente el guión». «Ahora, el escenario central pasa por que el próximo paso del BCE no sea debatir sobre la reducción o retirada del QE, sino sobre la ampliación de este», afirma.

En este sentido, subraya que las previsiones actuales sobre inflación de la institución la sitúan en un 1,1% para finales del 2016, casi un 50% por debajo de lo que proyectaban cuando se lanzó el programa de compra de deuda.

A este respecto, López-Gálvez agrega en el último dato de IPC en la zona euro (-0,1% en septiembre) hace pensar que el BCE tendrá que tomar más medidas si quiere llegar a su objetivo del 2%. Además, incide en que la inflación subyacente también está por debajo del objetivo, por lo que las materias primas no son la única causa del estancamiento de precios.

Por su parte, Urones remarca los datos reflejan que las medidas adoptadas hasta ahora «no son suficientes para relanzar la maltrecha economía europea», ya que, al margen del notable crecimiento de países periféricos como Irlanda o España, las economías clave de la región, Alemania y Francia, «no atraviesan su mejor momento».

 

Fuente: eleconomista.es