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El reporte de empleo de Australia de febrero superó ampliamente las expectativas por donde se lo mire, al mostrar una creación de empleo superior significativamente mayor a la esperada.

Según el informe, el crecimiento de los empleos a tiempo completo fue el más grande desde 1991, la subir en 80.500. Por su parte el empleo en general se incrementó en 47.300 superando las expectativas que eran por una suba de 15.000. La tasa de desempleo se mantuvo en 6%.

Esto impulsó con fuerza al dólar australiano que venía debilitado. El momento en que se conoció esta notifica fue importante ya que se venían dando señales no alentadoras. Además las noticias desde China siguen apuntando a un crecimiento menor. El reporte actual da fuertes señales de que la economía va tomando ritmo.

En caso de continuar con los buenos datos, pronto el banco central de Australia podría seguir los mismos pasos que el de Nueva Zelanda y subir las tasas, aunque hay que tener en cuenta que no hace mucho se pensaban en más recortes. Pero habrá que esperar un tiempo, salvo que una suba brusca en la inflación obligue al banco central a actuar antes.

Lo importante de los datos del jueves es que mueven el timón y el rumbo de la política monetaria desde un probable recorte en la tasa, hacia uno neutral con un leve sesgo a la suba. Semanas atrás, el mismo banco central había dado indicios alentadores al alejar cualquier recorte en la tasa de interés y mostrarse más optimista con la economía. No hay que descartar que tras la sorpresa optimista de los funcionarios del banco central, ahora relativicen los datos para evitar una apreciación mayor de la moneda.

Tras los datos el AUD/USD saltó desde 0,9000 a probar la importante resistencia de 0,9070/80. Un cierre por encima podría encaminar al cruce hacia 0,9100. Por su parte, el AUD/NZD recuperó parte del terreno perdido, pero sigue sin revertir la tendencia bajista. Los datos de empleo solo sirvieron para opacar los efectos de la suba de tasas del banco central de Nueva Zelanda.

El rally del aussie se topó con un pequeño freno con datos de enero y febrero de la economía china que se conocieron después. Allí la producción industrial subió un 8,6% (debajo del 9,5% esperado) con respecto a un año atrás, mientras que las ventas minoristas treparon 11,8% (estimación era del 13,5%). Las acciones asiáticas retrocedieron tras estos datos al igual que las monedas ligadas a commodities.