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  • «Las guerras frías no van de frente, sino a través de medidas veladas»
  • El discurso de la Fed ha olvidado el tono duro y contractivo de 2016

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El Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón (BoJ) están intentando alcanzar los objetivos de inflación a través de la depreciación del euro y el yen. Aunque estos bancos no hablan en ningún momento de ‘depreciación’, sus políticas y mensajes dejan entrever que el fin es lograr un euro y un yen débiles. En las últimas semanas parece que tanto la Reserva Federal de EEUU (Fed) como el Banco de Inglaterra se han metido de lleno en esta ‘guerra fría’, emitiendo sendos discursos que esconden una única intención: depreciar sus divisas.

La Reserva Federal y el Banco de Inglaterra han sido los últimos bancos centrales en declarar su participación en la ‘guerra fría de divisas’, término acuñado por Pacific Investment Management (PIMCO), la mayor gestora de bonos del mundo.

A medida que los bancos centrales de la eurozona y Japón han ido tomando medidas ‘discretas’ para depreciar sus divisas durante el segundo semestre de 2016, la Fed ha decidido contraatacar suavizando el discurso (hawkish o alcista) de 2016, con el objetivo de parar la escalada alcista del dólar, según Joachim Fels, asesor económico global de Pimco.

Las ‘guerras frías’

Por otro lado, en Reino Unido, los responsables de la política del banco central también están tratando de debilitar la libra. Desde el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) aseguraron que la NAIRU (tasa de desempleo no aceleradora de la inflación) había bajado, es decir, que el el BoE puede mantener los tipos a niveles muy bajos para apoyar a la creación de empleo sin que esto afecte a la inflación por el momento. Este movimiento deja entrever que el BoE va a mantener durante un periodo prolongado de tiempo los tipos en niveles muy bajos (ahora están en el 0,25%). Esta política de tipos puede ejercer una presión depreciadora sobre la libra.

«Las guerras frías no se libran en campo abierto, sino a través de medidas y palabras veladas», sostiene Fels en un en un informe enviado a clientes institucionales. «La Fed, en su declaración del miércoles pasado tras la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) evitó dar señales ‘alcistas’ sobre una subida de tipos en marzo». La entrada de la Fed en esta ‘guerra fría’ ha permitido que el dólar pierda parte del terreno ganado frente al resto de divisas desde que Trump ganó las elecciones.

El índice dólar (pondera el billete verde frente a otras divisas relevantes) cayó a su nivel más bajo en 11 semanas un día después del anuncio de la política de la Fed, el 1 de febrero, mientras que la libra esterlina bajó un 1% después de la decisión del Banco de Inglaterra.

El nuevo gobierno estadounidense del presidente Donald Trump no tolera la solidez del dólar y parece inclinarse «mucho más hacia el uso del arma nuclear llamado proteccionismo». Por ahora, la reacción de Europa, Japón, China y otros exportadores ha sido muy racional. Los bancos centrales de estos países no quieren perder la guerra, pero tampoco quieren que ésta llegue a unos niveles que puedan ser dañinos para la economía global, por lo que temporalmente están permitiendo que sus divisas se aprecien levemente frente al dólar.

Fuente: eleconomista.es