Un cisne negro es un concepto popularizado por el profesor Nassim Taleb en su célebre libro con el mismo título que intenta explicar el impacto que tienen en el mercado los eventos inesperados. Dentro de los cisnes negros, desde Reuters ha realizado una recopilación de aquellos que son aún más improbables o inverosímiles.
El concepto de cisne negro se ha vuelto un lugar común desde el inicio de la crisis financiera en 2007. De hecho, en los últimos años se han sucedido los hechos inesperados con tanto frecuencia que su impacto es cada vez menor, como demuestra la victoria de Donald Trump en EEUU. Desde entonces, es habitual que bancos de inversión y periodistas recopilen cada fin de año sus propios cisnes negros para el año entrante.
¿Por qué cisne negro? La idea proviene de la antigua creencia que existía en Europa de que todos los cisnes eran blancos, algo que se demostró falso cuando se encontraron cisnes negros en Australia.
El consenso, de manera general, parece claro de cara a 2017: problemas para los bonos, vuelta de la inflación, unos bancos centrales sin munición mientras los gobiernos de todo el mundo toman el relevo con más estímulos fiscales e inversión. Es decir, traducido a movimientos en el mercado, una subida de los rendimientos de los bonos, los mercados desarrollados y el dólar, mientras los emergentes sufren, especialmente sus divisas. Pero algunos analistas ven el año entrante de otra manera.
El dólar está sobrevalorado
Según UBS, el dólar se encuentra sobrevalorado respecto a otras divisas de los países desarrollados. Al contrario del consenso del mercado, desde el banco suizo creen que divisas como el euro subirán con fuerza frente al billete verde, y lejos de alcanzar la paridad, se necesitarán más de 1,20 dólares para comprar un euro en 2017.
De hecho, desde el banco suizo creen que además el Banco Central Europeo (BCE) sostendrá la divisa europea. Ahora, el euro se cambia por poco más de 1,06 dólares.
Mucho más QE
Precisamente el papel del banco dirigido por Mario Draghi podría dar sospresas. Ahora que la inflación comienza a resurgir y la rentabilidad de la deuda está volviendo a cotas positivas, algunos analistas creen que el BCE podría anunciar más pronto que tarde el conocido como tapering (disminución gradual del apoyo monetario).
Sin embargo, desde RBC Capital Markets esperan que el BCE prolongue el programa de estímulos no sólo en la reunión de diciembre, sino que lo hará más allá de 2017. «Incluso al final de 2017, la discusión será la misma. ¿Cómo puede el BCVE seguir estimulando la economía?», aseguran desde la entidad canadiense.
Caída de los bonos
Puede que sea el movimiento más descontado en el mercado: una subida inevitable de los rendimientos de los bonos (y caída en consecuencia de los precios) acabando con un periodo de extraordinarias ganancias. Sin embargo, no todo el mundo piensa así.
HSBC, que acertó con la reciente caída de los rendimientos en EEUU a mínimos históricos, asegura que sí, que estos subirás el año que viene y el bonos del Tesoro a 10 años alcanzará el 2,5%.
Pero eso será en el primer trimestre. Después volverán las fuertes caídas de rentabilidad hacia mínimos, en la zona de 1,35%, porque esa subida del primer trimestre endurecerá las condiciones financieras, lastrando la economía y haciendo que la Reserva Federal de EEUU limite las posibles subidas de tipos de interés.
Acciones chinas
Mientras que una gran parte de los expertos están apostando por un aterrizaje forzoso de la economía china y sus mercados bursátiles, desde Morgan Stanley creen que la bolsa del gigante asiático despertará e iniciará una tendencia alcista importante. El Shanghái Index se mueva ahora en torno a los 3.200 puntos, pero desde Morgan creen que en 2017 llegará a los 4.400 enteros.
El yuan chino
El consenso cree que el yuan seguirá depreciándose frente al dólar, pero pocos son los que auguran un desplome que lleve al también conocido como renminbi a la zona de los 8 yuanes por dólares (actualmente está en 6,9). Pero desde Deutsche Bank sí creen que se depreciará más de un 15% y por tanto romperá esa zona.
La fortaleza del dólar y las reticencias por parte del Banco Popular de China obligarán a la entidad monetaria a devaluar el yuan con fuerza para que las reservas de divisas del país no caigan por debajo de la barrera de los tres billones de dólares.
Fuente: eleconomista.es