(…) dará mucho que hablar.
Hay un hecho que empieza a preocupar realmente a los inversores y con toda la razón. Este hecho es la fortaleza del dólar. Veamos los motivos. Como vemos en el gráfico adjunto, el índice dólar (cotización de la divisa estadounidense frente a una cesta de divisas), se encuentra en el nivel más alto desde 1986.
Aunque la última onda alcista del billete verde se ha producido tras la elección del presidente Trump, del que los inversores esperan un masivo programa fiscal que proyecte el crecimiento del país a una tasa del 4% anual, el hecho es que desde los mínimos de 2009 la subida ha sido prácticamente constante. Desde mediados de 2014 la subida ha sido del 25%
La diferencia en el ciclo de políticas monetarias de EE.UU. y las principales economías del mundo ha posibilitado que la actividad estadounidense se haya recuperado antes y de forma más importante que sus competidoras. Por otro lado, la incertidumbre política en la Eurozona, y la enorme flexibilización cuantitativa en Japón, ha llevado a los inversores a trasladar su dinero a activos estadounidenses, ya sea bolsa o renta fija.
Ahora bien, el dólar está llegando a niveles que empiezan a perjudicar a las compañías exportadoras estadounidenses. Al encarecerse para el exterior los servicios y bienes USA, la demanda internacional buscará otros sustitutivos más baratos. Las empresas alemanas son un buen ejemplo de esto, cuyas exportaciones han aumentado de forma considerable en 2016.
En 2000, también con un dólar sobrevalorado aunque esta vez por manipulación monetaria, la economía de EE.UU. se vio claramente perjudicada. Muchos ciudadanos del país perdieron su empleo ante la caída de las exportaciones, y el consumo interno se debilitó lo que afectó de forma negativa a la economía global.
Podríamos pensar que el mercado podría reequilibrar por si solo esta situación, pero dadas las especiales situaciones de otras economías como la británica, las europeas o la japonesa, y el ciclo alcista actual de tipos en el que se ha instalado EE.UU., el escenario más probable es que el dólar siga subiendo en el medio plazo.
Algunos especialistas señalan que el euro/dólar podría alcanzar los 0,90 este año, y el dólar/yen los 140. Estos niveles serían claramente negativos para la economía estadounidense, y podría provocar una nueva recesión para la que ahora no está preparada. Es por ello por lo que creo que las preocupaciones crecientes de los inversores sobre el dólar están justificadas.
Por: Carlos Montero
Fuente: lacartadebolsa.com