El S&P 500 ha arrancado la sesión de este lunes con ascensos que rondan el 0,3%, y que han permitido al índice estadounidense de referencia batir sus máximos históricos alcanzados en mayo del pasado ejercicio, cuando superó los 2.120 puntos. Durante la sesión presente, este índice ha alcanzado los 2.139 puntos. De este modo, en lo que va de 2016 el selectivo ya asciende algo más de un 4,5%. Y es que hoy vuelve a ser una jornada de subidas generalizadas en la bolsa norteamericana.
Estos datos contrastan con el mal año de la renta variable en Europa. Y es que, según explican los expertos, la situación que se vive a uno y otro lado del Atlántico no tiene nada que ver. Mientras los analistas esperan que la Eurozona crezca al 1,5% durante este año y el que viene, para EEUU prevén un crecimiento de la economía del 1,9% en 2016 y del 2,3% en 2017.
La última buena noticia para el mercado en Estados Unidos ha venido de la mano de unos datos de empleo más positivos de lo esperado. Ahora, los expertos prevén que las miradas de los inversores se centren en la temporada de resultados, que empieza con la presentación de Alcoa a cierre de los mercados este lunes.
Entre las grandes compañías de país, los protagonistas de la primera semana de resultados serán los bancos. El jueves JP Morgan presentará sus cuentas del segundo trimestre, mientras que el viernes será el turno de US Bancorp, Wells Fargo y Citigroup.
Por el contrario, en el mercado de renta fija se han impuesto las ventas. Desde su nivel más bajo de la historia, la rentabilidad del T-Note escala en 3 puntos básicos. Así, los inversores exigen un rendimiento del 1,39% a la deuda norteamericana.
Fuente: eleconomista.es